Espiritualidad


   Sembrar esperanza


Una parábola:

Un hombre trabajaba en una fábrica distante, a la cual llegaba todos los días en autobús. En una de las paradas subía una señora anciana, que siempre se sentaba junto a la ventana.

Ella abría la bolsa, sacaba un paquetito y se pasaba todo el viaje arrojando alguna cosa para fuera.

 

La escena siempre se repetía y un día, curioso, el hombre le preguntó qué arrojaba por la ventana.

– Tiro semillas. Respondió ella.

– ¿Semillas? ¿Semillas de qué?.....


67 aniversario del encuentro con Dios de Nuestra Fundadora "Rvma. Madre Josefina María".



Cuando  Dios ama a un  pueblo, difícilmente lo logra ocultar, de alguna manera se le nota en la mirada, le pasa en el fondo lo mismo que a nosotras.


Y cuando Dios nuestro Señor ama a su pueblo, normalmente pone su mirada sobre algún pequeño o pequeña de su pueblo, y la mira con su cariño especial. Esa mirada buena de Dios es un signo, una expresión del gran cariño de Dios por todo su pueblo.


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